sábado, abril 19, 2008

La sucia ventana

De repente me desperté de aquel sueño bizarro, me levanté del sofá enroscado en las mantas y me dirigí a La repugnante cocina, donde había un gato vagabundo lamiendo un plato encima de La mesa, no protesté, El era tan o menos sucio que yo. Todabía sintiendo El frío de La madrugada en La cara, salí a La calle y me preparé un cigarrillo, sentado en El cordon de La calle, empezé a pensar. No sabia que hora era, pero devía ser temprano, o tarde dependiendo del punto de vista, de repente pasó La vieja camioneta del polícia que acostumbraba a hacer La ronda nocturna, por esta altura yo ya había encendido El cigarro, La camioneta paró enfrente mio haciendo un gracioso ruído con las ruedas, El hombre de adentro bajó La ventanilla húmeda por El rocío y apareció apollado en La puerta. Era un hombre de pomúlos rosados y con una leve aparencia a Papa Noel, preguntó por mi vida y no recuerdo que más, subió El vidrio y se fue al compás del desafinado ruído del motor. Todo El ambiente parecía una publicidad de coca-cola de los años 30.
Absorbí por última vez El humo del cigarro y apoyé La colilla contra El cordón, y se apagó al instante, expelí El humo que me estaba pudriendo los pulmones con todo El placer y volví a entrar en La ezpelunca. Ya estaba ancioso por La llegada de La mañana, y no desesperé, porque El sol ya golpeaba en mi cara, atravesando La sucia ventana.

1 comentario:

Lucía dijo...

la mesa me marca la mano mientras pienso que escribirte, por entonces queria decirte, que decirte algo queria, hermano oso,
este poema es medio soso.

aunque parezaca pequeño el esfuerzo el haiku te dedico.

"sueño de mas
el tiempo pesa
mayo primero"

"te quiero
besos
hemano oso"